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La sandía es un cultivo de gran valor y se deben implementar prácticas de producción que maximicen la producción y la calidad de la fruta. Las malezas son una plaga común que, si no se controla, puede hacer disminuir la producción de sandía y la calidad de la fruta e interfieren con la cosecha (Adkins et al. 2010; Monks and Schultheis 1998). Muchas especies de malezas problemáticas suelen encontrarse en los campos de sandía, incluidas las especies de pasto anual y de hoja ancha. El amaranto Palmer (Amaranthus palmeri), el amaranto de raíz roja (A. retroflexo), el coquillo amarillo (Cyperus esculentus) y el coquillo morado (C. rotundus) se encuentran entre las malezas más frecuentes y problemáticas en los campos de sandía del sur (Webster 2010; Van Wychen 2016). Una estrategia eficaz de control de malezas debe incluir el conocimiento de la biología de las malezas, la prevención de la introducción de nuevas malezas, el monitoreo diligente de los campos y la implementación de una estrategia diversa de control de malezas que incluya el control mecánico y cultural y el uso de herbicidas o fumigantes.

Biología de las malezas

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El amaranto Palmer y el amaranto de raíz roja son malezas anuales de verano de semillas pequeñas de la familia Amaranthaceae (Figura 1). El amaranto Palmer es una planta anual de verano alta, erecta y ramificada que comúnmente crece de 6 a 8 pies de altura y en ocasiones supera los 10 pies (Sellers et al. 2003; Norsworthy et al. 2008) (Figura 2 y Figura 3). El amaranto Palmer es dioico, lo que significa que hay plantas macho y hembra separadas. Una planta hembra de amaranto Palmer puede producir de 200,000 a 600,000 semillas (Keeley et al. 1987; Sellers et al. 2003) (Figura 4). El amaranto de raíz roja es monoico, lo que significa que se producen flores macho y hembra en la misma planta. Un solo amaranto de raíz roja puede producir hasta 290,000 semillas (Sellers et al. 2003). Se ha comprobado que ambas especies presentan resistencia a herbicidas. A nivel mundial, se ha informado que algunas poblaciones de amaranto Palmer y amaranto de raíz roja son resistentes a seis y tres modos de acción de herbicidas (MOA, en inglés), respectivamente (Heap 2024). En Carolina del Norte, se ha documentado que el amaranto Palmer presenta resistencia al glifosato, glufosinato, inhibidores de HPPD, inhibidores de PSII e inhibidores de ALS (Heap 2024). El coquillo amarillo y el coquillo morado son monocotiledóneas perennes rastreras de la familia Cyperaceae. Las especies de coquillo tienen láminas foliares estrechas y rectas y son superficialmente similares a las gramíneas, pero los coquillos tienen tallos triangulares (Figura 5). El coquillo se reproduce y se propaga principalmente a través de la dispersión de tubérculos. Los tubérculos maduros pueden producir nuevos brotes, lo que permite que el coquillo se extienda e infeste nuevas áreas de un campo durante la labranza o el cultivo. También puede suceder que con la maquinaria agrícola se transporten inadvertidamente tubérculos a otros campos, lo que inicia nuevas infestaciones a largas distancias. Después de un año, un solo tubérculo de coquillo morado puede crecer hasta cubrir un área de 238 pies cuadrados y producir 3,440 brotes (Webster 2005a). En un año, un tubérculo de coquillo amarillo puede crecer hasta cubrir un área de 34 pies cuadrados y puede producir de 1,700 a 6,900 brotes nuevos (Ransom et al. 2009; Tumbleson and Kommedahl 1961). Tanto el coquillo morado como el amarillo son capaces de penetrar la cobertura de polietileno, lo que indica que ni siquiera la cobertura de plástico es suficiente para controlar las infestaciones de coquillo (Webster 2005b) (Figura 6). El aumento de las temperaturas bajo la cobertura de plástico negro estimula el crecimiento del coquillo morado en comparación con un campo sin cobertura (Webster 2005a). Los coquillos no se controlan con graminicidas (inhibidores de la ACCasa). Hay pocas opciones de herbicidas para el control del coquillo.

Primer plano de la corona de la planta de amaranto Palmer.

Figura 1. El amaranto Palmer tiene hojas ovaladas con pecíolos largos. A diferencia del amaranto de raíz roja, el amaranto Palmer no tiene pelos a lo largo del tallo. El amaranto de raíz roja tiene una raíz de color rojo, a diferencia del amaranto Palmer. La identificación adecuada afecta la efectividad de los herbicidas

Amaranto Palmer y sandía que emergen del plástico negro.

Figura 2. El amaranto Palmer crece junto a la sandía unas tres semanas después del trasplante. La cobertura de polietileno crea una barrera que evita la aparición de malezas, pero las malezas aún pueden emerger por los orificios de trasplante.

Fotos de las guías de sandía y un amaranto Palmer alto sobre ellas.

Figura 3. Comparación entre una parcela de cultivo de sandía libre de malezas (izquierda) y una parcela con cuatro plantas de amaranto Palmer por 25 pies cuadrados (derecha) a las seis semanas después del trasplante. El amaranto Palmer crece erguido y puede dar sombra a gran parte de la parcela de sandía, lo que disminuye la producción y el recuento de fruto

Semillas de amaranto Palmer junto a una moneda de un centavo para comparar tamaños.

Figura 4. Las semillas de amaranto Palmer son extremadamente pequeñas y se producen en grandes cantidades. Una sola hembra de amaranto Palmer puede producir de 200,000 a 600,000 semillas. Si no se controlan, las pequeñas infestaciones de amaranto Palmer pueden invadir un campo en unas pocas temporadas de cultivo.

Fotos del tallo, las puntas de las hojas y los capítulos de los coquillos..

Figura 5. Los coquillos son superficialmente similares a las gramíneas, pero tienen tallos triangulares. Las puntas de las hojas de los coquillos emergentes son romas (coquillo morado) o se estrechan hasta la punta (coquillo amarillo). El coquillo morado tiene flores moradas, mientras que las del coquillo amarillo son amarillas.

Plantas de coquillo que crecen a través del plástico negro.

Figura 6. Los coquillos morado y amarillo son capaces de penetrar la cobertura de polietileno y competir con las guías de sandía en hilera. La cobertura de polietileno no proporcionará un control adecuado de malezas si alguna de las especies de coquillo está presente en el campo.

Supervisar los campos y mantener los registros

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El primer paso en el control de malezas es recopilar y revisar información sobre las malezas en cada campo. Para desarrollar una estrategia efectiva de control de malezas, identifique las especies de malezas presentes en un campo y dónde es probable que se produzcan. Identificar adecuadamente las especies de malezas determinará qué opciones de control de malezas serán efectivas. Los registros estacionales de las especies de malezas y su distribución dentro de un campo lo ayudarán a decidir dónde implementar medidas adicionales de control de malezas o dónde evitar medidas que podrían exacerbar el problema. Al monitorear la cantidad de especies de malezas cada año, el programa de control de malezas se puede ajustar para aumentar la efectividad del control de malezas específico para las malezas presentes.

Implementar una estrategia diversa de control de malezas

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No solo hay pocos herbicidas para controlar las juncias, sino que la sandía también es sensible a muchos herbicidas que podrían usarse para controlar un amplio espectro de malezas. Debido a las opciones limitadas de herbicidas para la sandía, el control de malezas en el cultivo de sandía requiere una estrategia de control de malezas diversa que incluye métodos mecánicos, culturales y químicos.

Control mecánico

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El control mecánico incluye la labranza, el uso del azadón y el desmalezamiento manual, que eliminan o destruyen físicamente las plantas de malezas en desarrollo
o en germinación. La profundidad de la labranza es algo importante que se debe considerar. La profundidad de labranza debe ser lo más superficial posible sin reducir
el control de malezas. La labranza superficial desenterrará menos semillas de malezas que la labranza profunda. Con una especie de maleza perenne (por ejemplo, el coquillo morado o amarillo), un solo evento de labranza puede propagar la maleza por el campo, lo que causaría más problemas que la ausencia total de labranza. Los datos de investigación indican que la labranza quincenal interrumpiría el crecimiento del coquillo morado y amarillo, pero el control a largo plazo requeriría prácticas de control complementarias (Bangarwa et al. 2012). Una vez que las guías de sandía se han extendido hasta el centro de las hileras, la labranza ya no es una opción.

El azadón y el desmalezamiento manual son formas alternativas de control mecánico de malezas en el cultivo de sandía. Estas opciones requieren mano de obra y cuestan más por acre que la labranza. El control manual de malezas se implementa mejor en áreas del campo donde no es posible la labranza, como dentro de las hileras o en el centro de las hileras después de que las guías de sandía se hayan juntado. El desmalezamiento manual y el azadón son excelentes opciones para eliminar las malezas tardías que no recibieron la aplicación de herbicidas. El desmalezamiento manual al final de la temporada puede evitar que las malezas depositen semillas en el suelo, una medida preventiva importante para futuras temporadas de cultivo. Se aconseja a los productores que mantengan un umbral de tolerancia cero para el amaranto Palmer en los campos, particularmente cuando preocupa la resistencia a los herbicida (Norsworthy et al. 2014). El umbral de tolerancia cero impide que se produzcan nuevos depósitos en el banco de semillas del suelo, lo cual es particularmente importante para prevenir la expansión de las poblaciones de malezas resistentes a los herbicidas que limitan las opciones de control químico y pueden limitar la producción en los años siguientes. Si las semillas de amaranto Palmer permanecen cerca de la superficie del suelo (aproximadamente media pulgada de profundidad), la cantidad de semillas viables disminuye en un 91 por ciento dentro de tres años, lo que reduce la cantidad de semillas presentes en futuras temporadas (Sosnoskie et al. 2013). El control diligente de las malezas es necesario para prevenir futuros brotes, y limitar la producción de semillas puede hacer que el control de las malezas sea más fácil y eficaz en las siguientes temporadas de cultivo.

Control cultural

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El control cultural crea un ambiente que favorece el desarrollo de los cultivos y limita el crecimiento y el desarrollo de malezas. Las prácticas de cultivo de control de malezas incluyen el trasplante en lugar de la siembra directa, la aplicación adecuada de fertilizantes, el riego, el uso de cultivos de cobertura para reducir las poblaciones de malezas y la cobertura de plástico. En general, el control mediante cultivo es beneficioso independientemente de las especies de malezas que estén presentes. Algunas prácticas de cultivo son más efectivas que otras, dependiendo de la especie de maleza.

La sandía se puede sembrar directamente o trasplantar como plantines de tres a cuatro hojas. Por lo general, la sandía triploide (sin semillas) se trasplanta debido a los requisitos de germinación y al alto costo de la semilla. La sandía trasplantada se desarrolla más rápidamente que la sandía de siembra directa. El desarrollo temprano del cultivo acorta el tiempo desde el trasplante hasta el cierre de la canopia, cuando las malezas emergentes ya no compiten con el cultivo y reducen la producción. El uso de trasplantes en lugar de la siembra directa de sandía aumenta la competitividad de la sandía a principios de temporada y puede impedir la aparición de malezas debido al desarrollo más rápido de la canopia, particularmente en las hileras.

Las aplicaciones de fertilizantes también pueden afectar a las poblaciones de malezas, que compiten por los nutrientes del suelo. El fertilizante se puede esparcir sobre el campo, aplicar en bandas sobre las hileras de sandías o aplicarse mediante riego por goteo. Las aplicaciones al voleo de fertilizantes esparcen nutrientes por todo el campo, incluido el centro de las hileras. Las raíces de sandía no llegan al centro de las hileras hasta el final de la temporada; por lo tanto, la aplicación de fertilizante al voleo a principios de la temporada fertiliza principalmente las malezas que crecen en el centro de la hilera. Con las aplicaciones en bandas se coloca el fertilizante cerca de las raíces de la sandía, lo que da ventaja al cultivo, aunque todavía se produce competencia con las malezas que crecen en la hilera. La mejor opción es aplicar el fertilizante mediante riego por goteo para que el fertilizante llegue directamente a la zona de las raíces del cultivo, y se reduzca así la cantidad de nutrientes disponibles para las malezas.

La cobertura de polietileno se puede usar para eliminar la germinación de semillas de malezas en hileras. Los lechos de plástico elevados con riego por goteo evitan la aparición de malezas en las hileras y permiten la aplicación de riego y fertilizante en la zona de las raíces del cultivo. La cobertura de polietileno negro evita que la luz llegue a las semillas pequeñas y evita que las semillas en germinación emerjan en hileras. Tenga en cuenta que las roturas o pequeñas rasgaduras en el plástico permitirán que emerjan malezas a través del plástico, incluso alrededor de los orificios de plantación (Figura 2). Además, el coquillo morado y amarillo puede penetrar en las coberturas de plástico tan pronto como seis días después de que se haya colocado el plástico (Patterson 1998; Webster 2005b) (Figura 6). Además, la cobertura de plástico, los cultivos con cobertura de invierno o la paja en el centro de las hileras pueden proporcionar control de malezas entre hileras y reducir la aparición de malezas en el campo (Webster et al. 2013; Wilhoit and Coolong 2013).

El uso de cultivos de cobertura para el control de malezas en cultivos especializados (por ejemplo, hortalizas, frutas pequeñas y árboles frutales) se ha estudiado durante muchas décadas, más en algunos cultivos que en otros. Hay cultivos de cobertura de verano y cultivos de cobertura de invierno. Este último puede funcionar bien con sandías. Las dos estrategias principales para incorporar cultivos de cobertura de invierno para controlar las malezas en la producción comercial de sandía son el manejo de cultivos de cobertura en franjas y sin labranza. En ambos sistemas, las gramíneas anuales de invierno, como el centeno o el trigo de invierno, se plantan en otoño para proporcionar cobertura del suelo en invierno. Estas gramíneas producen grandes cantidades de biomasa que eliminan físicamente las malezas durante la temporada siguiente de cultivo de sandía en primavera y principios de verano (Teasdale et al. 2007). El centeno y el trigo también producen sustancias químicas naturales que inhiben la aparición de malezas de semillas pequeñas. La supresión física y química de malezas de estos cultivos de cobertura puede durar aproximadamente un mes, dependiendo de la cantidad de biomasa producida en un sitio en particular. En el sistema de labranza en franjas, el cultivo de cobertura se siega y se labra en el suelo en franjas o hileras para permitir que los lechos elevados de plasticultura se coloquen utilizando equipos de lecho estándar. En este sistema, el cultivo de cobertura se deja en pie en el centro de la hilera como cortavientos para proteger a los trasplantes jóvenes del daño del viento y la desecación durante la etapa temprana del trasplante. Más tarde, el rastrojo del cultivo de cobertura se puede extender hacia abajo en el centro de la fila para proporcionar una estera de paja que reduce la aparición de malezas y le da a las guías de sandía un lugar para dispersarse. En el sistema de labranza cero, toda la biomasa del cultivo de cobertura se enrolla y se deja en la superficie del suelo para eliminar físicamente la maleza. Por lo general, se utiliza un rodillo, una engarzadora de rodillo o un herbicida, o alguna combinación de los tres, para matar el cultivo de cobertura y obtener la superifice lisa en la que se trasplantan directamente las sandías (Ashford and Reeves 2003; Balkcom et al. 2007). El sistema de labranza cero también suele combinarse con una aplicación de herbicidas de preemergencia (PRE) o posemergencia (POST) para eliminar completamente las malezas hasta que las guías alcancen el cierre de la canopia (Hand et al. 2018). En los sistemas de producción orgánica, los cultivos de cobertura son a menudo un componente importante del control de malezas debido a la falta de medidas de control químico aprobadas para la producción orgánica. El uso de cultivos de cobertura de invierno también es una estrategia importante de conservación del suelo, particularmente en los suelos arenosos comúnmente utilizados para la producción de sandía.

Algunos productores han optado por usar injertos de sandía, aunque su adopción aún es limitada en los Estados Unidos (Kubota et al. 2008). El injerto es una técnica que conecta el brote de una planta (el vástago) con el portainjerto de otro cultivo o especie. El vástago es un cultivo de sandía seleccionado por su gran producción o calidad del fruto, mientras que el portainjerto se selecciona por su resistencia a enfermedades o tolerancia a estreses abióticos, como la sequía o el frío (Keinath and Hassell 2013; Miguel et al. 2004; Yetisir et al. 2006). En las pruebas de campo en Carolina del Norte se determinó que las mismas prácticas de control de malezas para la sandía no injertada funcionarán para la sandía injertada (Bertucci et al. 2019). Sin embargo, los resultados también indicaron que el injerto no proporcionará beneficios de producción en ausencia de la presión de enfermedades por patógenos transmitidos por el suelo (Bertucci et al. 2018). Para obtener más información sobre el injerto de sandía, póngase en contacto con los autores o visite el Portal de información basada en la investigación de injertos vegetales.

Herbicidas

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Hay pocos herbicidas registrados para el cultivo de sandía. Las restricciones de uso se basan en el método de siembra del cultivo, el uso de la cobertura de polietileno, el momento de la aplicación y el lugar donde se realizan las aplicaciones dentro del campo. Algunas aplicaciones previas a la siembra pueden esparcirse por encima de la cobertura de polietileno (por ejemplo, glifosato y terbacilo); pero para evitar daños a los cultivos, un mínimo de media pulgada de lluvia o riego debe lavar el herbicida del plástico antes de plantar. Los herbicidas también pueden registrarse para aplicaciones previas a la siembra, PRE o POST. Por último, los herbicidas pueden registrarse para su uso como fumigante o para su aplicación en pulverizadores al voleo, en bandas o con capucha. Debido a la sensibilidad del cultivo, solo dos herbicidas están registrados para aplicaciones POST al voleo en el cultivo de sandía. Clethodim (Select®) y sethoxydim (Poast®) están registrados para su aplicación sobre sandía ya en crecimiento para controlar especies de gramíneas anuales y perennes. El resto de las opciones de herbicidas POST deben aplicarse como una aplicación dirigida posteriormente a la mitad de las hileras para evitar dañar los cultivos.

La mayoría de los herbicidas registrados para su uso en el cultivo de sandía no son selectivos y pueden dañar los cultivos si se aplican incorrectamente (Dittmar et al. 2008; Grey et al. 2000; Mitchem et al. 1997). Por lo tanto, la calibración adecuada de los pulverizadores es fundamental. Verifique la presión del rociador, la velocidad del tractor y el caudal (galones por minuto) de cada boquilla. La salida de cada boquilla debe ser uniforme; se deben reemplazar las puntas de las boquillas dañadas. Todas las aplicaciones deben realizarse en la proporción recomendada y de acuerdo con las instrucciones de la etiqueta.

Gramíneas

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Entre las gramíneas frecuentes en los campos de sandía del sur se incluyen la hierba de cangrejo (Digitaria sanguinalis) y la hierba de ganso (Eleusina índica) (Webster 2010). Afortunadamente, se dispone de varios herbicidas PRE y POST para el control de estas gramíneas anuales (Tabla 1). Tenga en cuenta que los herbicidas de la ACCasa (cletodim y setoxidim) pueden tardar varios días en producir síntomas en las malezas tratadas. El primer síntoma en una gramínea tratada es un punto de crecimiento marrón y blando. Debido a que el punto de crecimiento de una gramínea está oculto debajo de la vaina, tendrá que tirar de la hoja emergente más joven para ver el área afectada. Luego, los síntomas progresan a hojas púrpuras descoloridas y la muerte de la planta.


Table 1. Herbicide options for use in North Carolina watermelon production, herbicide application timings, and weeds controlled. Always read and follow label instructions.
Nombre común
(nombre comercial)
Tiempo y ubicación del cultivo Etapa de crecimiento de malezas Malezas controladas/
eliminadas
Bensulida
(Prefar®)
BS [1], BT PRE AG, BL
Carfentrazona
(Aim®)
BT, POST-RM POST BL
Cletodim
(Select Max®)
POST POST AG
Clomazona
(Command®)
AS, BT PRE AG, BL
Clomazona + Etalfluralina
(Strategy™)
AS, BT, POST-RM PRE AG, BL
Etalfluralina
(Curbit®)
AS, BT, POST-RM PRE AG, BL
Fomesafen
(Reflex® [2])
AS, BT PRE, POST BL, PS
Glifosato
(Roundup®)
BS, BT, POST-RM POST AG, BL, PS
Halosulfurón
(Sandea®)
AS, BT, POST-RM PRE, POST AG, BL, PS
Imazosulfurón
(League®)
POST-RM PRE, POST AG, BL, PS
Paracuat
(Gramoxone®)
BS, BT POST AG, BL
Piraflufen-etil
(ET®)
BS POST AG
Setoxidim
(Poast®)
POST POST AG
Terbacilo
(Sinbar®)
AS, BT, POST-RM PRE AG, BL
Trifluralina
(Treflan®)
POST-RM PRE AG, BL
  1. PPI: Incorporación previa a la plantación
  2. Fomesafen (Reflex) tiene un registro 24(c). Tenga en cuenta que existen restricciones de rotación de cultivos con las aplicaciones de fomesafeno. Los productores deben tener una copia de la etiqueta complementaria, que está disponible en el sitio web de Kelly Solutions.

BS: antes de la siembra; AS: después de la siembra, antes de que emerja; PRE: antes de que emerja; POST: después de que emerja; POST-RM: solo en los centros de las hileras después de que emerja; AG: gramíneas anuales; BL: de hoja ancha; PS: juncos perennes


Debido a que las opciones químicas son limitadas, el control de las especies de malezas de hoja ancha y junco es más difícil que el control de las especies de gramíneas.
A continuación se presentan ejemplos de opciones de control de malezas para el amaranto Palmer, el amaranto de raíz roja, el coquillo morado y el coquillo amarillo.

Amaranto Palmer y amaranto de raíz roja (y la mayoría de las otras especies de amaranto)

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  1. Aplique herbicidas de quema no selectiva como glifosato o paracuat (Gramoxone®), luego labre para preparar los lechos de siembra. Alternativamente, labre el campo y permita que las malezas germinen, luego queme las plántulas de malezas con herbicidas no selectivos. Esta secuencia reducirá significativamente la población de malezas durante la temporada.
  2. Forme lechos y aplique de 0.5 a 0.75 onzas/acre de halosulfurón-metilo (Sandea®); de 2 a 4 onzas/acre de terbacilo (Sinbar®); o proporciones variables de metam sodio (Vapam®) por debajo de la cobertura de polietileno. Vapam® tiene un intervalo previo a la siembra de 14 a 21 días (hasta 30 días en algunos entornos). Sandea® tiene un intervalo de 7 días antes de la siembra.
  3. Use cobertura de polietileno negro y los herbicidas debajo del plástico para controlar eficazmente las especies de amaranto en los lechos.
  4. Labre los centros de las hileras para controlar las pequeñas plántulas de amaranto. Aplique de 1 a 2 pinta/acre de trifluralina (Treflan®) a los centros de las hileras después del evento de labranza final. La trifluralina tiene un intervalo de precosecha de 60 días, por lo que debe aplicarse dentro de los 10 a 12 días posteriores al trasplante.

  1. Para las opciones de POST para los centros de las hileras, aplique glifosato con un rociador con capucha, un rociador con protección o una barra herbicida. También puede aplicar de 1 a 2 onzas/acre de carfentrazona-etilo (Aim®) con un rociador con capucha.

Nota: Si el amaranto Palmer u otras especies de amaranto están presentes después de la aplicación de herbicidas y le preocupa que reduzcan la producción y la calidad de la fruta, debe desmalezar a mano. Cualquier planta hembra de amaranto Palmer que no reciba este régimen de herbicidas debe ser desmalezada a mano y removida del campo para eliminar la deposición de semillas y prevenir el desarrollo de poblaciones resistentes a los herbicidas.

Coquillo amarillo y morado

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  1. Aplicar una aplicación previa a la siembra de metam sodio (Vapam®), la mejor opción es aplicar 75 galones/acre para controlar el coquillo. Las proporciones oscilan entre 15.7 libras/acre y 31.5 libras/acre dependiendo de las condiciones del suelo. Deben pasar de 14 a 21 días antes de trasplantar sandías (hasta 30 días, dependiendo de las condiciones ambientales).
  2. Aplique halosulfurón-metilo (Sandea®) después de la formación del lecho, pero antes de colocar el plástico, a una proporción de 0.5 a 0.75 onzas/acre. Deben pasar siete días antes de plantar. El glifosato o el paracuat (Gramoxone®) se pueden aplicar antes de la siembra para matar las malezas emergentes.
  3. Antes de que el coquillo morado y amarillo pueda penetrar la cobertura de polietileno, use aplicaciones PRE o previas a la siembra de Vapam® o Sandea®.
  4. Utilice una aplicación POST a principios de temporada de 4 a 6.4 onzas/acre de imazosulfurón (League®) o de 0.5 a 1 onza/acre de halosulfurón-metilo (Sandea®) si el coquillo ha emergido en el centro de la hilera. Cualquiera de estas aplicaciones debe realizarse temprano en la temporada, debido a un intervalo de precosecha de 48 y 57 días para League® y Sandea®, respectivamente. No se debe permitir que ninguno de los productos entre en contacto con el cultivo de sandía o el plástico.
  5. Aplique glifosato en el centro de las hileras sobre el coquillo emergente; debe utilizar un pulverizador con capuchón o protección para evitar el contacto con el cultivo. Siga las instrucciones de la etiqueta.

Nota: No se recomienda una única labranza para el control del coquillo maduro. La labranza matará las partes foliares del coquillo, pero esparcirá los tubérculos por el campo. El glifosato es una mejor opción y se ha demostrado que reduce la producción de tubérculos de coquillo morado y amarillo (Webster et al. 2008).

Aviso: El uso de nombres de productos específicos es para la conveniencia de los lectores. Esto no representa la validación de un producto o empresa en particular. No existen conflictos de intereses para los autores. Este documento fue preparado en un esfuerzo de colaboración entre investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y la Universidad de Arkansas.

Referencias

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Authors

Extension Specialist (Vegetable and Small Fruit Weed Science)
Horticultural Science
Research Scientist
University of Arkansas

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Publication date: Nov. 26, 2024
AG-879S

There is an alternate English language version of this document here: Weed Control in Watermelon

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